Caye Popular!

Colectivo de Alfabetización y Educación Popular!

Manifiesto

Algunas y algunos creemos que otro mundo es posible.

Y es posible relativamente cerca.
No a tiro de piedra, no a la vuelta de la esquina.
Pero tampoco en otra vida.
Creemos que otro mundo es posible porque hemos visto y sabido de experiencias que lo logran, aunque sea un poco, aunque sea en parte.
Y creemos que podemos hacer lo mismo pero distinto: lo mismo pero encarnado en nuestro pueblo, con nuestra gente, en nuestros barrios y en los que nos rodean.
Claro, cambiar el mundo injusto y perverso que está fuera implica también que tenemos que cambiar el mundo injusto y perverso que tenemos dentro… y esa es parte de nuestra lucha.
Y bueno, seremos optimistas, idealistas, utópicos y utópicas… pero con ganas de hacer y andar.

Por eso decidimos juntarnos.

También hemos creído que la Educación Popular está destinada a encarnarse en el vientre palpitante de nuestro pueblo. Para ser parida en organización, reflexión y transformación de las estructuras que deforman y oprimen. Y entonces comenzamos a trabajar desde esa convicción.

Hacemos educación popular en distintos espacios de nuestros barrios.
En los comedores, en los locales de organizaciones sociales, en las sociedades de fomento, en las bibliotecas, en los hospitales… hasta en algunas escuelas. Donde sea, donde podamos.

Y desde la educación popular pensamos muchas acciones: la alfabetización de jóvenes y adultos, la formación introductoria a algunos oficios, la comunicación, la elaboración de proyectos sociales y la organización comunitaria.

Sabemos que hay saberes en las prácticas de nuestro pueblo.
Aún cuando en los barrios, en las villas o en los asentamientos nos digan - “Yo no sé nada, porque no estudié. Son ustedes los que saben”.
Son esos conocimientos, esos saberes que están anclados en las prácticas (en el hacer cotidiano, en el trabajo diario y en el rebusque y la resistencia permanentes) los que queremos rescatar.
Son los saberes que han sido de resistencia (resistencia creativa, resistencia solidaria, resistencia a la normalización y a la opresión). Es hora de que sean saberes para la construcción de alternativas, potencial de acción conjunta, múltiple y organizada.
Con ellos, desde ellos y sobre ellos es que vamos reflexionando y reformulando puntos de vista, modos de pensar, análisis de la realidad.

Creemos que todas las prácticas son importantes: la del médico que se compromete con los más pobres, la del político que busca lo mejor para su gente, la de las maestras que día a día quieren educar para la libertad, la de cada uno y cada una. Todas, siempre que sean comprometidas, reflexivas, colectivas.

Y creemos también que nuestro trabajo en la alfabetización de jóvenes y adultos es fundamental para transformar la realidad.
Lo mismo que los espacios en que intentamos trabajar dimensiones de comunicación popular en los barrios, o los talleres para acompañar el diseño y desarrollo de proyectos sociales, o los espacios de introducción a oficios (serigrafía, panadería, costura, y otros), o el acompañamiento en la organización comunitaria.

Claro, como toda educación, la educación popular también es política.
Alguien nos enseñó alguna vez que “la política es la dimensión social del amor”… o al menos debe serlo. Por eso luchamos por una política de la libertad, una política de la liberación.
El desafío es mirar con todos los ojos. Con todos los nuestros: los de la cara y los del corazón; pero también con todos los de todos y todas, para construir nuevos modelos, nuevos caminos, nuevas opciones.
No tendremos la democracia que nos merecemos, el gobierno que nos biengobierne, la política que nos libere, hasta que entre todos y todas no hayamos conquistado aquello que todos y todas necesitamos y queremos.

Todos y todas son los hombres y las mujeres; las niñas y los niños; estudiantes y trabajadores; obreros y obreras; campesinos y campesinas; docentes; decentes; desocupados y desocupadas; jóvenes idealistas; los pueblos de nuestros barrios y de fuera; religiosas y religiosos…
Una conquista de todos y todas, para todos y todas, con todos y todas…

Y esta es la invitación, en fin.
No a una fiesta (aunque habrá fiesta y gozo), no a una pesadilla (aunque habrá momentos duros y difíciles), no a un transcurrir (aunque habrá que andar).
La invitación es a trabajar juntos y juntas por construir un mundo nuevo, ese mundo en que queremos que todos los mundos quepan.
La invitación es a reflexionar juntas y juntos, discutiendo y buscando cada vez lo mejor de los demás para completar nuestra mirada.
La invitación es a mirar juntos y juntas en la misma dirección, con el color de nuestros propios ojos y la compañía de las demás miradas.
La invitación es a andar juntas y juntos un camino que nos permita crecer colectivamente, conocernos y conocer experiencias, acompañarnos y acompañar luchas y conquistas.

Si algo de esto hace eco en tu pecho, si te deja una pregunta pendiente de ser respondida, si despierta en vos aquello que quisiste en algún momento y luego olvidaste o postergaste; vení, juntate, charlemos y tratemos de encarar este sueño en conjunto.

1 comentarios:

Pablo dijo...

muy bueno el laburo que hacen!
muy bueno tambien que haya personas predispuestas a cambiar el mundo.
Nosotros estamos en la misma lucha, y cada vez somos mas.
Siempre con la conviccion de que con laburo todo se puede lograr.

Un abrazo

julio 28, 2009